Carta al Padre
(Kafka)
" Querido padre:
Una vez hace poco me preguntaste por qué te temía. Como de costumbre, no supe que contestarte, precisamente por el miedo que me das, y en parte porque son demasiados los detalles que fundamentan ese miedo, muchos más de los que podría coordinar a medias, mientras hablo.
Y aún ahora, el intento de contestarte por escrito resultará muy incompleto, ya que también al escribir me inhiben el miedo y sus consecuencias y porque el tema, por su magnitud, excede en mucho tanto mi memoria como mi entendimiento.
Para tí, el caso fue siempre muy simple, por lo menos así nos pareció a mi y a tantos otros a los que hablaste al respecto, sin que hicieras ninguna discriminación.
Las cosas te parecían más o menos así: a lo largo de tu vida has trabajado arduamente, sacrificándolo todo por tus hijos y sobre todo por mí; en consecuencia, yo he vivido pródigamente, he tenido la libertad de estudiar lo que quisiera, no he tenido que preocuparme por mi sustento ni por otros problemas serios; a cambio de eso no me pedías que te agradeciera nada, ya que conoces la "gratitud filial"; pero esperabas al menos algún acercamiento, alguna señal de simpatía. En vez de eso siempre te he rehuido, encerrándome en mi cuarto, con libros, con amigos alocados e ideas exageradas; jamás conversé contigo con confianza"....
No hay comentarios:
Publicar un comentario