miércoles, 15 de febrero de 2012

Bellos Comienzos

CONFESIONES
(Rousseau)

  "Emprendo una obra de la que no hay ejemplo y que seguramente no tendrá imitadores. Quiero mostrar a mis semejantes un hombre con toda la verdad de la naturaleza, y este hombre seré yo.
   Yo solamente. Conozco a los hombres y siento lo que hay dentro de mí mismo. No estoy hecho como ninguno de cuantos he visto, y aún me atrevo a decir que no soy como ninguno de cuantos existen. Si no valgo más que los demás, por lo menos soy distinto de ellos. Si la naturaleza ha obrado bien o mal rompiendo el molde en que me ha vaciado, sólo podrá juzgarse después de haberme leído.
   Cuando quiera que suene la trompeta del juicio final, yo, con este libro, me presentaré ante el Juez Supremo y le diré resueltamente:
   "He aquí lo que hice, lo que pensé y lo que fui. Con igual franqueza dije lo bueno y lo malo. Nada malo me callé ni me atribuí nada bueno, y si he empleado algún adorno insignificante lo hice sólo para llenar un vacío de mi falta de memoria. Pude haber supuesto cierto lo que pudo haberlo sido, más nunca lo que sabía era falso. Me he mostrado cual fui, despreciable y vil, o bueno, generoso y sublime cuando lo he sido. He puesto de manifiesto mi alma tal como Tú mismo la has visto, ¡oh Ser Supremo! Reúne en torno mío la innumerable multitud de mis semejantes a fin de que escuchen mis confesiones, lamenten mis flaquezas y se avergüencen de mis miserias. Que cada cual luego descubra su corazón a los pies de tu trono con la misma sinceridad, y si entonces hay alguno que se atreva, diga en tu presencia: Yo fui mejor que ese hombre."...

No hay comentarios:

Publicar un comentario